lunes, 16 de abril de 2012

A los tropiezos


¿Por qué nos cuesta tanto dejar ir a alguien? ¿Por qué si sabemos que algo no nos hace bien seguimos dando vueltas a lo mismo? Nos caemos, nos levantamos, volvemos a caer siempre tropezando con la misma piedra. Nos estrolamos contra la misma pared una y otra vez. Como dijo mi queridísima Gigi, describiéndome a la perfección, decidimos cortar por lo sano  y otra vez volvemos a caer! Es como que se vuelven a repetir una y otra vez las mismas cosas…

Parece ser que la vida es una rueda y volvemos al mismo lugar, cada tanto cambian los actores, el problema está cuando giramos y giramos con el mismo una y otra vez. Quizás porque nos enseñaron que la esperanza es lo último que se pierde, entonces ahí está la esperanza, esperando que esta vez las cosas sean distintas. Aunque en el fondo sabemos que no, que las cosas no van a ser distintas y que va a pasar lo mismo una y otra vez!

Hasta que en un momento, aún no se ni como ni cuando, la esperanza se va y lo dejamos ir… No existe una formula mágica, solo es tiempo y que se den las coordenadas justas, en el momento exacto para decir “Que loco, esto ya fue”, mientras tanto, podremos saber que eso no nos hace bien, nuestras amigas con todo el amor del mundo nos dirán “No vale la pena, no te enrosques”, “Hace la tuya”, y vos sabes que es verdad, pero nada te hará perder esa esperanza. Podremos conocer otras piedras hermosas pero NO, nosotras seguimos ahí tropezando con la misma. Quizás sea terquedad, o no se carajo pueda ser, lo que si se es que tarde o temprano pasa…
Y cuando pasa, cuando realmente decimos que loco que ya fue, es una sensación rarísima…

Si son seguidores/as del blog y leyeron alguna de mis otras notas, conocerán a Martín, el chico que aparece en la nota “La maldición de Roberto” y “En la excepción” (al momento de escribirla mi única excepción), y seguramente aparezca directa e indirectamente en alguna otra nota. El hecho fue que este chico fue el segundo en romperme el corazón… Llore lo que no tiene nombre por el, mis amigas son testigo de noches en las que se me iba la mano con el alcohol y como una loca me ponía a llorar, hasta hace un tiempo solo quería tropezar con esa piedrita, la cual se aprovechaba de eso cuando estaba aburrido. El hecho fue que aún no se como ni cuando, o si lo sé pero no entiendo bien, deje de tropezar con esa piedra. Ahora es el que llama y verdaderamente ya me dejo de importar porque saben que? Apareció otra piedra con la que vengo tropezando hace un tiempito.

Y acá vamos otra vez… Ir y venir, girando sobre lo mismo, estrolandome contra esta otra pared una y otra vez! No se cuanto tiempo más estaré así, lo que si se es que pasa, mientras tanto me dedico a disfrutar del momento y tratar de no sufrir, porque se que pasa! TODO PASA!

Afra!







2 comentarios:

  1. Todo pasa!! muy linda nota. Tenes mucha razon...siempre nos dejamos llevar por la ilusion y la esperanza y nos olvidamos de disfrutar el momento que es lo que realmente importa!!
    Exitos!!

    Amanda La Loca!

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